¿Qué tipo de hipoteca elijo? Fija o variable

Ya hemos encontrado la vivienda de nuestros sueños, hemos trabajado duro para ahorrar lo suficiente y sólo nos queda tomar una última decisión: ¿Qué hipoteca elijo?

En este punto surgen todas las dudas.. ¿Que diferencias hay entre ellas? ¿Que financiación me conviene? ¿Qué pasos he de seguir para informarme? ¿Qué profesionales velarán por mis intereses? ¿Cuánto tiempo dura el proceso de obtención de la financiación? ¿Qué condiciones de la hipoteca son las más importantes? ¿El banco es mi aliado o mi oponente?

Si estás leyendo estas líneas, vas por buen camino. El primer paso es informarse y este blog te proporcionará recomendaciones para tomar la decisión que más se ajuste a tus necesidades.

¿Qué es una hipoteca?

Una hipoteca es un acuerdo entre dos partes mediante el cual un propietario recibe un préstamo de una entidad financiera poniendo como garantía de pago un bien inmueble.

Las entidades financieras prestan su dinero a cambio de percibir unos intereses. Dicho de otra manera el banco cobra por prestarte su dinero. Por lo tanto, los bancos están interesados en obtener los máximos beneficios posibles de ese préstamo. Una hipoteca sobre un inmueble es la garantía que tiene el banco de que recuperará su inversión.

Las condiciones de una hipoteca.

Si vamos a comprar cualquier objeto o contratar algún servicio, basamos nuestra elección en función de dos factores principales: calidad y precio. Al elegir una hipoteca debemos guiarnos también por estos dos parámetros.

Aunque la hipoteca sea un producto complejo, nuestra misión es simplificar los datos para compararlos y tomar decisiones en función de nuestros intereses. Recuerda que queremos comprar dinero lo más barato posible, con los menores compromisos y las mejores condiciones de devolución.

Las condiciones de una hipoteca más importantes son: tipo, plazo, porcentaje, intereses, comisiones y vinculaciones. Hoy nos centraremos en la primera condición, el tipo.

El tipo de hipoteca.

Como ya hemos comentado anteriormente, los bancos obtienen sus beneficios cobrando intereses. Los intereses son un porcentaje que cobra por el dinero prestado. Este porcentaje puede ser fijo, variable o mixto.

Simplificando los tres tipos de hipoteca podríamos decir que en las hipotecas fijas son aquellas en las que las cuotas no varían, siempre se paga la misma cantidad durante toda la vida de la hipoteca.

Por el contrario, en las hipotecas variables, la cuota no siempre es la misma y varía en función de las oscilaciones de los índices de referencia, que a su vez están sujetos a la situación económica del país, la region, el continente y el mundo.

Una tercera opción, que cada vez toma más sentido, es la hipoteca mixta. Esta hipoteca es la mezcla de las dos anteriores. Durante un periodo pactado de tiempo la cuota no variará, una vez pasado ese tiempo la cuota estará sujeta a las variaciones de la situación económica general.

Supongo que estás en el mismo punto que al iniciar la lectura. Conoces las opciones pero no tienes elementos de juicio para elegir. Es en este punto donde creo poder aportar un par de ingredientes fundamentales para ayudar en tu decisión: tu tolerancia al riesgo y tu capacidad de ahorro.

Vamos a comprar una casa o piso y vamos a pedir una hipoteca. Sabemos que podemos cumplir con nuestras obligaciones de pago. Pero las dudas sobrevienen ante el temor de cambios importantes e inesperados en nuestras vidas. Una Hipoteca en un compromiso a largo plazo y lo más importante para nosotros debe ser nuestra tranquilidad.

Hay personas que tienen una gran tolerancia al riesgo. Son capaces de soportar fácilmente la incertidumbre económica y confían en que podrán afrontar de cualquier manera sus obligaciones económicas. Adicionalmente tienen una gran capacidad de ingresos y de ahorro. Para este perfil puede ser muy interesante una hipoteca variable pactada a unos intereses muy bajos. El titular de este tipo de hipotecas le da más importancia a «comprar» el préstamos barato que a las posibles riesgos que puedan llegar. Se las arreglará para pagar y con su capacidad de ahorro irá cancelando la hipoteca rápidamente con el fin de aminorar el riesgo inicial.

Del otro lado hay personas que quieren tener sus obligaciones económicas muy claras y controladas. Pueden tener capacidad de ahorro, pero su economía es más lineal y por lo tanto no quieren sorpresas. La hipoteca fija es probablemente su producto, la misma mensualidad toda la vida.

Por último hay una opción intermedia, la hipoteca mixta. Durante los primeros años la cuota es fija, sin sobresaltos, pasado ese primer periodo la hipoteca se torna variable con todo lo que ello conlleva. Es una opción interesante para una persona que necesite cierta estabilidad económica inicial pero que tenga proyectos a medio plazo que le permitan incrementar su capacidad de ahorro y poder cancelar sus obligaciones y tomar menos riesgo futuro.

¿Qué tipo de hipoteca elijo? Fija o variable

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